Hoguera de San Juan en Galicia

San Juan: La magia del fuego y los sabores

Foto: Flikr 'Contando Estrelas'

 

Cuando se habla de San Juan en España, inevitablemente pensamos en hogueras, playas iluminadas, deseos lanzados al fuego y baños a medianoche. Pero si hay algo que acompaña de forma inseparable a esta noche mágica es la comida, porque, como buenos españoles, ningún ritual está completo sin una buena mesa en la que celebrar. 

Para quienes vivís lejos, este artículo es un pequeño viaje sensorial a esta noche tan nuestra, tan llena de sabor y buenos deseos.

Un festín que varía según la tierra

Lo fascinante de San Juan es que, siendo una celebración común en muchas regiones de España, cada zona la vive a su manera… también en lo gastronómico. La diversidad regional se nota en los ingredientes, las recetas y hasta en el momento de la comida: en algunos lugares la cena de San Juan es casi un picnic en la playa, mientras que en otros es una merienda con dulces típicos.

Cataluña: la Coca de Sant Joan

Si hay una protagonista indiscutible en la noche de San Juan catalana, esa es la coca. Dulce, esponjosa y decorada con fruta confitada, piñones y a veces incluso crema pastelera, la Coca de Sant Joan es tan esperada como el primer petardo de la noche. Se acompaña con cava bien frío, por supuesto, y se comparte entre familia y amigos antes de lanzarse al disfrute del crepitar del fuego.

Galicia y el norte: sardinas y queimada

En el norte de España, la celebración se entrelaza con la tradición celta y la comida tiene un toque ancestral. Aquí las estrellas son las sardinas asadas, cocinadas a la brasa en plena calle o playa, con pan de maíz o broa. El olor impregna el aire y marca el inicio de la fiesta. 

Y concretamente en Galicia no sería San Juan sin la mítica queimada, una bebida espirituosa con aguardiente, azúcar, limón y granos de café que se prende fuego mientras se recita el conxuro para espantar a los malos espíritus. Místico y delicioso.

Levante: fuego, mar y cenas al aire libre

En lugares como Alicante o Valencia, San Juan es sinónimo de fiesta grande. Las playas se llenan de mesas improvisadas, paellas, tapas variadas y mariscos. La gente se reúne con amigos o vecinos y la cena se convierte en una verbena improvisada con comida compartida: tortilla de patatas, embutidos, empanadas, cocas saladas… todo vale mientras haya buena compañía y se pueda brindar mirando el mar.

Un bocado de nostalgia para los que estáis lejos

Para quienes vivís fuera, sabemos que esta noche tiene un sabor especial: es un recordatorio de lo que somos, de nuestras raíces, de ese equilibrio perfecto entre fiesta, tradición y gastronomía. ¿Mi consejo? Reunid a vuestros amigos, encended una vela si no tenéis hoguera y quemad tres deseos a la medianoche, preparad unas sardinas al horno o una empanada casera, y brindad con cava o vino español. Porque San Juan no es solo un lugar, es una emoción. Y esa sí que no entiende de distancias.

¡Feliz noche de San Juan, allá donde estéis!

 

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